Roman Calendar

"Nihil recte sine exemplo docetur" (Nada se enseña bien sin un ejemplo)

Lenguas clásicas

“Imitar la lengua de los antiguos, que es de una extraordinaria perfección gramatical, es la mejor manera de prepararse para expresar el pensamiento en la lengua materna.
Si alguien quiere llegar a ser un buen escritor, lo ha de tener muy presente, del mismo modo que en la escul-tura o en la pintura el estudiante se ha de educar copiando las grandes obras de arte del pasado antes de hacer su propia obra original. Sólo leyendo latín se valora la expresión como un arte. Y el material de este arte es la lengua, que, por tanto, se ha de tratar con el máximo cuidado y delicadeza.

Como resultado de este estudio, al escribir nos fijaremos en el significado y valor de las palabras, en su orden y conexión, en sus formas gramaticales. Aprenderemos a ponderarlos con precisión, y asi seremos expertos en el uso de la lengua, ese instrumento precioso que expresa el valor del pensamiento y lo preserva. Además, aprenderemos a respetar la lengua en que escribimos. Sin este aprendizaje, la escritura se convierte en una acumulación de palabras sin sentido.”

Arthur Schopenhauer, Parerga y Paralipómena, II

El latín no es una lengua muerta

La literatura latina y nosotros



El latín no es una lengua muerta. Las lenguas realizan su función comunicativa por medio de las palabras y estas son a veces fugaces y pasajeras ("aladas palabras" que decía Homero) o permanecen para siempre fijadas en la escritura.



Es verdad que ya no podemos hablar con Julio César, pero sí conocer su forma de sentir y ver el mundo a través de sus obras. Tampoco podemos conversar con Cicerón o con Virgilio, pero somos capaces de detectar, a través de sus escritos, sus afanes y angustias, sus esperanzas y temores.



Aunque vivieron en un tiempo muy lejano al nuestro y en un contexto político y social muy diferente, sus ideas y sentimientos fundamentales afectan de lleno a los problemas universales del género humano. Sus agudas reflexiones sobre la actitud del individuo ante la existencia o la expresión poética de las emociones que suscitan las relaciones humanas resultan extraordinariamente clarificadoras. Sus palabras han quedado plasmadas para siempre en sus obras y establecen así, desde la lejanía, un apasionante y fructífero diálogo con el mundo moderno.



La literatura latina nos proporciona la oportunidad de poder establecer comunicación con una serie de personajes excepcionales que de otra manera nunca habríamos podido conocer ni escuchar. Los ecos de sus voces resuenan todavía en nuestro tiempo a través del encanto y la sonoridad de sus versos o de la contundencia y rotundidad de sus palabras.